viernes, 30 de abril de 2010

El temperamento bilioso está de moda

Empiezo describiendo qué es eso de los temperamentos. Hay muchas clasificaciones al respecto. Esta en particular es de Hipócrates, y se sigue utilizando. La clasificación de los temperamentos es una herramienta eficaz para explicarse a uno mismo. Hay una infinidad de caracteres, tantos como seres vivos, pero responden más o menos a cuatro temperamentos principales. Explico esto: el temperamento es nuestro disco duro: venimos con él cuando nacemos. El carácter es el temperamento y lo que hacemos con él, cómo lo desarrollamos. Así que no es lo mismo carácter que temperamento.
Para ser más exacta, consulto a Mauricio Xandró, que es psicólogo experto en grafología. Explica lo siguiente:
Temperamento es lo innato: el modo de ser que tenemos constitucionalmente producido por la herencia (yo juego con la idea del Karma).
Más claramente, nacemos de un temperamento determinado y las distribuciones clásicas son cuatro: bilioso, sanguíneo, nervioso y linfático.
Se basan en la actividad y la emotividad:

Emotivo-activo=bilioso
Activo-no emotivo=sanguíneo
Emotivo-no activo= nervioso
No emotivo-no activo= linfático

Modernamente se duda con razón de lo innato de los temperamentos clásicos hipocráticos. Los estudios de Jung y Heymans-Le Senne, puramente caracteriológicos, se basan en las mismas raíces de Hipócrates, uniendo un elemento nuevo, la actitud vital según Jung, la resonancia según Le Senne.

Veamos seguidamente la descripción clásica de los cuatro temperamentos:

El bilioso

El temperamento bilioso es emotivo-activo, quiere con fuerza y acomete la actividad con tesón.
Sus características buenas son: el empuje y la decisión, el coraje y la tenacidad. Normalmente posee dotes de mando, y si se decide a ser buena persona llega a insospechados terrenos de santidad. Tal es el caso de San Ignacio de Loyola.
Son extremistas y enemigos de las medias tintas, o santos o diablos. Cualquier ofensa recibida no se olvida fácilmente; en algunos casos durará el rencor toda la vida.
Si les da por el juego se arruinarán antes de volverse atrás.
Bien aprovechado es el mejor temperamento, pero abandonado es propio del clásico bandolero audaz y atrevido.
Se caracteriza este temperamento por su altivez y crueldad.
La mirada del bilioso es ardiente, enérgica, firme y resuelta.
Su andar es seguro, decidido y rápido.
Equivale al Pensar de la tipología de Jung.
Es un ser irradiante y ponderado, en el que se mezcla la emotividad y la actividad.

Su aspecto físico:
Generalmente suele ser delgado o musculoso. Sobre todo llama la atención su mirada penetrante y desafiante, que difícilmente se olvida. Mantiene la mirada y no se humilla ante nadie. Algunos autores dicen que su mirada hace daño. Para mí (estoy transcribiendo a Mauricio Xandró), la forma más sencilla de identificar a un bilioso es gracias a su mirada.

Su carácter:
Destaca, tal vez por su carácter tremendamente individualista. Líder nato, arrastra multitudes. Enemigo de las medias tintas, se consagra en cuerpo y alma a las tareas que emprende, que realiza con firmeza y empuje. Es arrollador en el trabajo y en la amistad. De gran rapidez para tomar decisiones, muy exigente con los demás, y consigo mismo. Su personalidad, que hemos calificado de irradiante, le lleva a imponerse a los demás, a dirigir a los otros, y si no le es posible, se rebela contra lo establecido, porque él no se somete a yugos ajenos.
Es también aventurero y explorador de todo.

En resumen: líder nato, tremendamente individualista, con gran actividad y aglutinador de esfuerzos. Destaca en lo que haga.

Antes de seguir describiendo los demás temperamentos, quiero decir que yo soy biliosa-sanguínea, pero con una preponderancia del 40% del temperamento bilioso.

Sigo con la descripción que Mauricio Xandró hace del temperamento sanguíneo.

El temperamento sanguíneo es activo- no emotivo.
Se caracteriza por su espíritu de acción y frialdad de sentimientos (esto, ¡ojo!, no quiere decir que sea un psicópata. Esta nota es mía).
En este temperamento se encuentran los hombres realizadores y prácticos, responsables y activos.
Sus buenas cualidades son: la actividad, el trabajo metódico y la facilidad para la crítica, claridad y reflexión.
Su parte mala puede ser la frialdad y el materialismo superficial.
Generalmente se aprecian en él la tranquilidad, y su mirada es despreocupada, alegre y serena.
El andar es ágil. La característica más acusada del sanguíneo es la realización y es despego o frialdad. Sus enfados son fuertes y rápidos, pero no duraderos.
Gran coincidencia con el sentir junguiano.
Destaca por su actividad. Es ágil y preciso en los movimientos. Fácil relación con los otros. Apto para las relaciones pública, ventas...

Su aspecto físico:
Puede ser musculoso, bien grueso. El rostro es ancho y sonrosado. Destacan, por tanto, sus músculos y a veces, como se ha dicho, sus grasas.

Su carácter:

Es persona abierta y comunicativa, altamente sociable y amistosa. Anima a conversar con él su tranquilidad, su reposo, y también su buen humor. Sus movimientos son ágiles y precisos. Es independiente en su actividad y amante, como hemos dicho, de relacionarse con los demás y, por lo mismo, apto para las ventas, las relaciones públicas y, en general, todo lo que sea comunicación con los demás. Entre los sanguíneos hay médicos famosos, pintores, jefes de empresa, altos ejecutivos...
Conviene resaltar además que es vanidoso y engreído, porque se asienta en unas sólidas bases narcisistas. Sibarita y un tanto dado a los placeres en general y lo sensual-sexual en particular.
En resumen:
Personalidad vital, activa o móvil, presuntuosa y también, al mismo tiempo, competente en su trabajo.

El nervioso

Es emotivo -no activo. Es el temperamento más fácilmente identificado y se caracteriza por la desigualdad de reacciones, la influencia de los acontecimientos externos, la excitabilidad y la seriedad.
Generalmente, el nervioso vive de sueños y es dado a la poesía y a la música.
Su vida preponderante es la emotiva, goza y sufre por impresiones.
Es inconstante y su vida se desarrolla en los espacios siderales y fuera de toda realidad.
Su mirada es triste y preocupada. El paso es variable y torpe. Sus arrebatos de irritación y enfados son pasajeros, pues predomina el ccorazón y perdona las afrentas, pero si se repiten, no olviden tan fácilmente.
Correlaciona perfectamente con el tipo intuir de Jung.
Irritable, impresionable, receptivo y subjetivo, acaso versátil. Gran curiosidad. Amplias posibilidades. Huye del automatismo en todas sus formas.

Su aspecto físico:

Destaca en él la delgadez y la mirada soñadora. En su rostro se transparentan las emociones, que se advierte en agitación y movilidad.

Su carácter:

Su fuerte capacidad receptiva le lleva a sentirlo todo profundamente y por lo mismo destacan sus cualidades artísticas. Solemos ver este temperamento en músicos, escritores y poetas sobre todo. Es una persona inquieta e irritable por su propia emotividad excitable. Muy receptivo e influenciable a las presiones del medio ambiente, que le conforma y le impresiona. Suele ser subjetivo y parcial en sus puntos de vista y opiniones. Es inconstante y zarandeado por sus propias emociones. La curiosidad es importante en él, tanto para lo bueno, saber, estudiar, como para fisgonear, pudiendo considerarse esta característica entre sus virtudes y defectos. Aptitudes y posibilidades múltiples, pero con el inconveniente de que no está dotado para esfuerzos continuados y tampoco es capaz, como ya hemos dicho, de aguantar la monotonía de los automatismos en ninguna de sus formas. Es un intuitivo nato capaz de adivinar las cosas. Por eso, no solamente hay artistas, sino también adivinos y mediums entre los nerviosos.

En resumen:

Se agita inquieto, es más bien cerebral, nervioso, buscador de todo, capaz de combinar y animar. (Esto si no está en una fase negativa o pesimista, presionado por el ambiente).


El linfático:


Es no activo- no emotivo.
No se inmuta por nada.
Ni quiere, ni se esfuerza en querer. Sus movimientos son estilizados y reacciona con notoria dificultad. Enemigo de responsabilidad y de trabajos que requieren esfuerzo, vive la vida sensitiva y material y engorda fácilmente (lo contrario le sucede al nervioso, en quien el metabolismo es alto).
Su mirada es lánguida e inexpresiva. Su andar, perezoso.
No se enfada más que excepcionalmente y reviste todos sus trabajos y ocupaciones de calma.
Su parte buena está formada por la ecuanimidad, discreción y perseverancia.
Corresponde con el tipo Percibir junguiano.
Es una persona pasiva, indolente, tranquila, lenta y también con acendrado espíritu de justicia. Copia y reproduce con facilidad. Puede ser un buen instrumentista, ya que le gustan y se recrea en los automatismos.

Su aspecto físico:

Destaca por su peso, es grueso muy lleno en carnes y grasas. Por eso hay torpeza en sus movimientos lentos, que muestran la pasividad mencionada.

Su carácter:

Es una personalidad tranquila y pesada y muy lenta en todo lo que hace. Destaca por su espíritu insobornable de justicia y equidad (ole---esto es mío). Le gustan y se recrea en los automatismos y por ello puede ser un buen dibujante copista, reproductor o instrumentista musical. Es eminentemente contemplativo, que busca acomodarse a los otros. Como creativo es blanda y perezosamente perfeccionista, con minucia lenta y reiterativa. No sabe acabar, en pos de una inalcanzable perfección.

En resumen:

Lento en lo que hace, subordinable, nutritivo o amante de la buena mesa. Sensual, sexual y perezoso. Destaca en el lado positivo su tranquilidad de espíritu.


Bueno, esto es la descripción a grandes rasgos de los cuatro grandes temperamentos.
Aclararé aquí, por si es necesario, que es muy difícil, por no decir imposible, que alguien sea puro en un sólo temperamento. Lo general, lo normal, lo común, es que estén todos mezclados en diferentes grados en la personalidad. Yo por ejemplo, a pesar de tener preponderancia del bilioso, tengo en menor proporción el sanguíneo, en menor proporción el nervioso y en menor proporción (sólo un 16%) el linfático.
¿Cómo puedes saber esto?
Haciéndote una prueba grafopsicológica exhaustiva. A mí me describe, es decir: acierta con bastante precisión en cómo soy.
Decir también que el temperamento es la base, pero obviamente, supongo que no hay que aclararlo, nadie es igual a nadie, un bilioso se parecerá a otro bilioso, pero nunca serán iguales, porque cada uno tiene, a parte de un temperamento determinado, un carácter (suma de temperamento, actividad y voluntad), circunstancias vitales, educación, cultura, aspiraciones, etc., etc., etc....una lista tan larga como el Universo. Cada uno es como es, y es cuestión de cada uno conocerse a sí mismo.
Bueno. A la cuestión de ¿por qué está de moda el temperamento bilioso, y por qué, particularmente a mí, me jode tanto?

Veamos una foto de publicidad de Zara, por ejemplo. Observemos esa mirada, y la posición del cuerpo.
Observemos también cualquier publicidad de un perfume.
Vale. Son ejemplos.
Esa mirada es del bilioso.
Madre mía, solo de pensar lo que tengo que empezar a explicar, me abrumo.
Es que yo sé exactamente a lo que me refiero, pero me resulta difícil explicarlo.
Bueno, se intentará. Voy a preparme un café.
Cuando me agobio así, suelo dar una explicación corta y punto y pelota. A lo mejor lo hago.
Bueno. La dichosa moda. Si imitas, por activa y pasiva lo que no eres, quien eres?
Pues nadie. Y te piensas que sí.
Ahora bien. ¿Qué pasa cuando te encuentras con un bilioso?
Que lo lapidas.
¿Por qué?
Porque piensas: ¿de qué va este?
Pues no va de nada, tonto la polla. Es él, y punto. Y joder, que macho, parece que no puedas ni ser tú mismo porque siempre hay un gilipollas cerca que te joda.
Pues no sabéis lo que me ha costado entenderlo (hablo de años).
Y nada. Podréis pensar que me como la cabeza y tengo paranoias.
Pensad lo que queráis.
Lo mismo si. O lo mismo no, que es lo que pienso yo, pero bueno.
Ay.
Cuando me agobio, doy respuestas cortas y punto.
Estoy hasta los cojones de los que "quieren ser", en vez de conformarse, y no sólo conformarse, sino reconocerse, como lo que son. Lo mismo así viviríamos diez mil veces más tranquilos.
Odio la puta moda.
Ciao

¿Por qué ahora lo políticamente correcto es más peligroso que nunca?

Veamos. Intentaré explicar esta pregunta desde mi punto de vista, aunque exige tener en cuenta muchos factores. Los iré enumerando sobre la marcha,a ver si soy capaz. Para los que piensen que voy de lista, argumento sólo una cosa: yo no describo lo que ES TODO, sino sólo aquello que yo ahora entiendo, y lo que uno va entendiendo se asemeja a un puzle que es susceptible de cambios. Esa es mi explicación. Estoy harta de que me llamen "lista". Y otra cosa: tonta no soy. No voy de lista, no me considero de la ostia ni nada por el estilo, pero sé que tonta no soy. Y punto.
Voy al tema.
Lo políticamente correcto siempre ha existido, desde siempre, desde que existe la sociedad. En el Paleolítico, por ejemplo, es difícil que exista, ya que aún no había sociedades, y el subconsciente colectivo, por llamarlo de alguna forma (aunque aún ando en esas de entender este término tal y como lo enunciaba Jung) no se había formado. Si no es esta la interpretación correcta de ese término, ruego que Jung me perdone. Utilizo "subconsciente colectivo" aquí para referirme a ciertos esquemas de comportamiento, mentales, etc., subyacentes en cualquier cultura que se traspasan de generación en generación tácitamente, y que tiene que ver, por ejemplo con la explicación del mundo, de la realida cotidiana, y la forma correcta de actuación. Como he dicho, es dinámico, es decir: que cambia, se metaforsea. No es lo mismo lo políticamente correcto en época de la inquisición o por ejemplo en la revolución industrial que en este tiempo, porque tiene que ver mucho en el contexto donde se origina. Por ello es dinámico.
¿Qué ocurre en este tiempo y por qué es ahora cuando es más peligroso que nunca caer en lo políticamente correcto, si es precisamente en este momento cuando, a priori, y con un vistazo superficial, se puede concluir en que hemos alcanzado el nivel "más alto" de progreso?
Para empezar, yo no creo que haya progreso, sino un alarmante receso de las capacidades y potencias humanas básicas.
Eso sí: se ha obtenido un despampanante desarrollo material, tecnológico e industrial, pero todo ello en detrimento de otras prioridades que son, a mi juicio, mucho más necesarias para la vida.
Me refiero a lo esencial en el ser humano.
Lo políticamente correcto, por ser algo convenido tácitamente, sin más argumentación que es que es así porque sí, encierra el lado demoníaco (risas aquí, pero es verdad) de que impide la verdadera evolución, ya que es un corsé que nos delimita y exige soluciones y respuestas robóticas.
¿Por qué lo políticamente correcto está en alza sobre todo en sociedades desarrolladas?
Una sociedad, cuando ha escapado de la urgencia de la simple supervivencia, evoluciona hasta llegar a plantearse cuestiones más "culturales", digamóslo de esa forma, y se espera que todo en esa sociedad funcione de la mejor forma, de la forma en la que nada chirríe en exceso, pues solo así se puede mantener. Podemos decir que lo políticamente correcto es un ancla que nos mantiene, o intenta mantenernos fijos en un momento de evolución, porque se piensa que es así como "lo mejor" a lo que hemos llegado se puede mantener.
La moda en esta parte del tiempo exige que seamos "tolerantes", argumentativos y que no haya disidencias sobre aquello que se proclama como cierto y verdadero por todos los canales comunicativos que nos invaden. No hablo de ideas políticas, sino de comportamientos aceptados como "buenos". Hemos de ser "respetuosos", se ha perdido la ambigüedad en el lenguaje y en la forma de comunicarnos y se está perdiendo a pasos agigantados la propia individualidad. Hay un esfuerzo unánime de esta cultura para inundarlo todo en masa. No me refiero al impulso individual que, por ejemplo, es la base para todo desarrollo que tenga que ver con el capitalismo. Este es uno de los GRANDES peligros de esta corrección política: la gran confusión de términos que origina. Esta "individualidad" es perniciosa, porque apunta directamente a un egoísmo salvaje y en última instancia, su lema es " el fin justifica los medios"....todos los medios. Esta individualidad apunta siempre a un objetivo (tener) y pierde de vista, a medida que se desarrolla, la moralidad, porque siempre pasa (ecuación sencilla) que cuando tienes la vista en el objetivo y no cuidas el camino que te lleva a él (es decir: ser consciente, estar atento de cada pequeña acción que diariamente te conduce...no hablo de los trucos que hagas para conseguirlo, sino estar presente en el momento presente, ya que tu mente se halla en el futuro, y conseguir eso es tu única prioridad....es eso lo que fomenta el capitalismo salvaje. Ojo, que nadie me tilde de política...ya iré hablando. Simplemente hago apuntes de la realidad, y la realidad es que vivimos en la virtualidad del capitalismo salvaje), cuando no cuidas los detalles del camino, cuando no te sumerges en el presente, en el aquí y ahora, cuando el fin es más importante que los medios, se produce la perversión de los valores. Perversión viene del latín pervertere, que significa "dar la vuelta". De esa forma, si los medios para conseguir eso no importan, la moralidad se degrada. La moralidad tiene como máxima el " LO IMPORTANTE ES CÓMO HACES LAS COSAS, MÁS IMPORTANTE QUE QUÉ HACES". Cuando esta forma de actuar se generaliza, se aprende como norma, y acaba siendo la forma normal, por ser la más usada, de hacer las cosas. La moda es lo que tiene: ES COMPLETAMENTE VIRTUAL, en el sentido de que no es real, no pisa la realidad, sino que crea su propia "realidad" por estar tan extendido en forma de tendencia. A eso me refiero exactamente:
Las tendencias que apuntan al desarrollo capitalista han inundado de una forma tan asombrosa nuestra realidad que la han transformado, y aquello que se sigue se desarrolla de forma generalizada, en masa, se tiende a interpretar como correcto.
Recordemos que la moralidad (que por cierto, no es algo obsoleto, como muchos pueden pensar: constituye la esencia del ser humano para vivir en armonía y alcanzar la felicidad) tiene su pilar en "la forma correcta de hacer cualquier opción".
Así pues, aquello que por tendencia se acepta como adecuado y correcto está en clara oposición con la moralidad, porque la suplanta.
En última instancia, todo se resume a una pregunta: ¿qué es lo verdadero? O mejor dicho: ¿qué es lo que es real?
Aquello que se nos dicta exteriormente, pero de una forma tan sutil (tendencias sociales) que creemos que somos incluso nosotros quienes hemos tomado esa decisión, o lo que, sin duda viene de forma genuina de nuestro interior.
Hablaré ahora de la moralidad. La moralidad, para empezar, no es aquello que nos enseñan nuestros padres. La auténtica moralidad viene de uno mismo, que con el desarrollo de cierta actitudes básicas comienza a crecer y a funcionar, como la razón, la empatía, la comprensión, la bondad. Es un desarrollo por completo individual. Y el Norte es la conciencia. Para quien quiera saber a qué me refiero con conciencia, recomiendo la lectura de Erich Fromm. No me refiero al super-yo de Freud, sino a la voz interior que te dice, cuando haces algo mal, que no deberías haberlo hecho, no porque en sociedad no se deba hacer así, sino porque te sientes mal contigo mismo. Esa es la conciencia.
En cuanto a la moralidad, no quiero decir que aquello que nos enseñen nuestros padres no sea valedero. Pero el camino de cualquier ser humano es evolucionar hasta encontrar las verdades de sí mismo. No quiero decir que se desprecie aquello que hemos aprendido, sino que se haga evolucionar, que se cuestione si es necesario, y que las reglas las aprendamos nosotros de la alquimia que resulte en nuestro propio interior. El sino de cualquier ser humano es convertirse a la vez en maestro y discípulo de sí mismo.
Es básico, por ejemplo, respetar la tradición, y aquello que nos han enseñado, porque sobre esa base se puede crecer. Lo que está ocurriendo es que en esta parte de la Historia, donde reina el post-modernismo desectructuralista, cualquier rastro de tradición es despreciado y tirado a la basura. No me refiero a que se use la tradición como dogma, sino a respetar su propio valor. El desprecio es lo contrario del amor, no el odio, porque el amor se basa en el respeto. El desprecio es lo más aberrante que puede experimentar un ser humano, máxime cuando ese desprecio es también (¡sorpresa!) dogmático, ya que lo impone una tendencia general. La tradición se equipara ahora a algo obsoleto, caduco. Bien: entendamos qué es la tradición: la tradición es un conjunto de "reglas" (mucho más flexible de lo que parece. El problema es que se toma la tradición desde un punto de vista político. ¿Cuando dejará de sangrar la herida de la dictadura en este país? Mil gracias, Zapatero, por desenterrar el hacha de guerra y abrir de nuevo la herida que se estaba cerrando ya con ayuda del paso del tiempo, la paciencia y la superación...aquí me estoy ganando unas cuantas ostias de gratis, lo sé: no es políticamente correcto lo que estoy diciendo) que tienen su base en la experiencia de muchas generaciones (acordémonos, démonos cuenta, por favor, que nuestros antepasados también eran seres humanos, y más cuerdos que nosotros, por cierto. No tenían más gilipolleces que un puto mueble bar, que es lo que hay ahora.....TONTERÍA A LA VISTA, pero así a porrillo, y sin descanso. La puta virtualidad, que es lo que tiene: gilipolleces a la carta. Además, no es por nada, pero tengo que recordar que ellos, a los que tenemos como "tontos" en muchas ocasiones porque no sepan manejar un puto Ipod (¿lo veis? Más gilipolleces que un mueble bar)han vivido mucho más de lo que se vive ahora, porque la experiencia vital era realmente dura. No es lo mismo, ni de lejos, lo que se aprende yendo a la puta escuela y quedando con tus coleguis para irse de marcha o comprar en el Bershka que lo que se vive y aprende en una guerra, en una posguerra, en una epidemia, en una hambruna, y puedo seguir y seguir y seguir. Es decir: cuando la vida se vive sin almohadones de por medio, SE APRENDE, ESO POR DESCONTADO, y al cabo de unas cuantas decenas de años, se ha aprendido más porque se logra sintetizar. Bien, amiguitos míos: ESO ES LA TRADICIÓN: GENEROSIDAD, que quiere decir: TE DAN LO QUE HAN APRENDIDO ELLOS CON ESFUERZO, CON SUFRIMIENTOS, CON PENURIAS, CON DESGRACIA, para que tú te aproveches (en el buen sentido. No estoy hablando en lenguaje capitalista) de ello, para que tu vida sea mejor, para que no pases por lo que ellos pasaron para estar bien, para aprenderlo: ellos, con todo su sufrimiento, lo han aprendido, y te lo dan a ti, simplemente para hacerte la vida más fácil, más feliz. Eso es la tradición. Y se desprecia. Los putos post-modernistas de los cojones, arrogantes como ellos solos (tienen otro nombre: se les llama PROGRES), que son unos enterados de mierda, sólo son un atajo de gilipuertas a las tres y media, que muchas veces, por la gilipollez que encima exhiben como majestuosa, no merecerían ni el puto derecho a comer, por imbéciles. Lo que hacen es despreciar la sabiduría de muchas (MUCHAS, que no son dos o tres, sino millones, amores) personas y su correspondiente dosis de sufrimiento, para que a la postre nos den, con toda la generosidad del mundo, aquello que han aprendido, a trancas y a barrancas, que es lo más valioso que te puede entregar una persona (no un puto ferrari): sabiduría vital.
Creo yo, y ya hablo en plata, que lo más importante es que, si estamos en un sitio, que es la vida, lo importante no es acumular bienes, sino aprender como funciona esta para vivir lo mejor posible, ¿o no?
Minoría de edad, eso es lo que hay en este momento. Por eso, claro: gilipolleces mil, si es que no hay otra: consecuencia clara.
Vale. Más o menos es mi explicación de tradición. La tradición debe evolucionar, y para evolucionar, primero se tiene que apreciar, observar, y tenerla como base. Luego, puedes hacer las modificaciones que veas oportunas, pero la tradición es necesario apreciarla. Para empezar, porque es peligroso no hacerlo: si la desprecias, te quedas sin mapa, sin bases.
En fin, que cada uno haga de su capa un sayo, a ver qué tal.
Yo es lo que pienso.
La moralidad surge en uno mismo, y creo que sobre todo surge de la verdadera comprensión, no de la comprensión intelectual, sino más bien de la comprensión humana, del corazón, de la empatía.
Pues bueno, he llegado a la cuestión clave de esta discusión.....
EMPATÍA.
¿Qué es la empatía?
La empatía es la capacidad básica de cualquier ser humano que lo vincula estrecha y activamente a otros, es decir: la capacidad de ponerse en la piel de otra persona, y experimentar, entender el sufrimiento ajeno, como si se produjese en ti. Es, en resumen, capacidad para la comprensión de los sentimientos de otra persona, y la capacidad para ponerse en su lugar.
Un dato: la empatía es justo lo contrario de la psicopatía, porque los psicópatas, la característica más notable que poseen, es la ausencia completa de empatía. Por eso son tan jodidamente peligrosos. Un psicópata, informo, no tiene esencia. Aparentemente está vivo, pero su núcleo interno no tiene vida. En realidad, un psicópata no existe, porque no tiene Ser, ¿entendemos?
Vale. La empatía es, sin duda, lo más avanzado, lo más sublime y lo más elevado que un ser humano puede desarrollar. Y su base es la COMPASIÓN. No hablo de la lástima (que tiene como base el desprecio), sino de compasión (que tiene su base en el amor). NOTEMOS LA DIFERENCIA, QUE ES MUY IMPORTANTE.
Vale. Pues finalmente:
¿por qué resulta tan peligroso ser políticamente correcto ahora?
Echemos un vistazo a la situación cultural (hablo de la cultura, de los valores de la sociedad, no del desarrollo artístico....OLE CON EL JALEAZO QUE LOS PUTOS PROGRES HAN METIDO EN EL LENGUAJE)actual, en esta cultura judeo-cristiana hasta el pipote que es la cultura occidental (no me saquen a colación a Sócrates o a Platón, por Dios...ellos no eran judeo-cristianos. Se ha impuesto el "tanto tienes, tanto vales" de Wall Street (puaggg, enjuaguémonos la boca después de pronunciar este nombre. Sentida y profunda reverencia a Sánchez Dragó....Lo sé, no hace falta ni siquiera que lo pronuncien: lo odian, ya lo sé. Yo no, y que quede claro: ni por asomo lo odio, eso está claro), en vez de el "tanto eres, tanto vales" de Eleusis, que es, lo recuerdo, aquello que durante siglos y siglos y siglos y siglos y siglos amén, es lo que siempre se ha creído...
¿Casualidad? ¿o es que somos más listos que todos los que nos han precedido solo porque podamos usar un Ipod (de este grupo me excluyo, porque yo siempre le he tenido un poco de alergia a la tecnología, y de hecho, sé que existen los Ipod, pero no he tenido, ni falta que me hace, por otro lado, uno en las manos, nunca. En fin. Contradicción a la carta: me encanta mi MP3, pero no porque me guste mi MP3, sino porque me encanta la música.....capisci?) Ven? Gilipollez sobre gilipollez, sobre gilipollez sobre gilipollez, y tiro porque me toca.
Así va el puto mundo.
Vale. Estábamos en el problema de la empatía, que es el quid de esta cuestión.
Why?
Lo explico.
Ecuación:
1.- Sociedad materialista (HASTA EL EXTREMO) y capitalista (HIPER-capitalista)

2.- Tanto tienes, tanto vales (y eso del tanto eres, tanto vales, es una gilipollez: así no se hace dinero, jjajajaj, y ahora me voy de putas, jajajajaj (risa socarrona, se entiende)).

3.- El fin justifica los medios (¿¿¿ser buena persona????? Eso es para gilipollas, no? (y pronto, como van las cosas, será para maricas acomplejadillos....es lo que hay: que no está de moda ser buena persona. Cuanto más te acercas a ser un psicópata, mejor que mejor, noooooooo?????? Qué maravilla de mundo, de verdad). La gente lista amasa dinero y se compra una mansión y un lamborgini rojo (¿se escribe así? Yo es que de coches no entiendo mucho. Me gusta mi bono-bus desde siempre).

4.- Regla de oro de la sociedad en la que vivimos: CONSUMIR, CONSUMIR, CONSUMIR, CONSUMIR. TENER, TENER, TENER, TENER. QUE ME ADMIREN, QUE ME ADMIREN, QUE ME ADMIREN, QUE ME ADMIREN.

5.- Si solo me importo yo, y lo que pueda sacar de tajada...me pregunto....¿qué cojones me importará a mí lo que le pase a los demás? Eh? Pues está claro: si sumas A, y sumas B, y sumas C, eso es igual a.....¡¡¡UNA PUTA MIERDA!!!!
Ya. Asunto resuelto.

Bueno. Se puede deducir de esto que, si esta sociedad, que es asesina y depredadora desde sus mismos cimientos, impone sus tendencias y sus modos de pensar y actuar (y obviamente lo políticamente correcto no lo va a dejar NI POR ASOMO descuidado), qué ocurre?
Sigue lo políticamente correcto, a ver lo que pasa. Ya está.

Y voy a explicar lo de la individualidad, que se me ha quedado descolgado en algún momento:

Individualidad desde el punto de vista de la sociedad capitalista: egoísmo in extremis....tú haz lo que tengas que hacer, y punto. Ese es el lema, que significa: tú pasa de lo que hagas a otros con tus acciones: tú a tu puto interés, y los demás que se jodan.

Individualidad desde el punto de vista filosófico y existencial: ser tú mismo. Naturalidad. Espontaneidad. Relacionarte con tu medio, con todo lo que te rodea de una forma auténtica, emocional, con amplitud. Ser en toda tu esencia, en toda tu potencia. Expresarte tal y como eres.
Si es que el problema es que la política ya ha entrado en todos los rincones. Hasta en el lenguaje, hasta en lo íntimo. No me refiero a lo de libre expresión. Me refiero a ser tú, a expresarte con tu ser, con lo que sientes, con lo que eres.
Y eso es lo más perseguido ahora por esta sociedad, porque a la masa, recordémoslo (lean a Ortega) no le gusta lo diferente. Y no es que pasen de él, sino que lo ejecutan.
Última pregunta: ¿alguien a conocido a dos personas exactamente iguales?
Yo no.
¿Por qué?
Porque todos, todos, todos, sin faltar ninguno, somos diferentes. He ahí la riqueza, el color, la fiesta. Porque hay diversidad, porque no hay nada que sea igual a algo, porque todos somos individuos, y es por ello que el mundo brilla en abundancia y en riqueza.
Pues vale: la masa,la PUTA IDEA ÚNICA, lo políticamente correcto quiere:

MASA
UNIFORMIDAD
ABORREGAMIENTO

En suma: quiere máscaras, quiere títeres, porque son fáciles de manejar. Quiere apariencia.
QUIERE MIEDO.
NO QUIERE (NUNCA HA QUERIDO) LIBERTAD. Quies es libre, no es fácil de manejar...no? O sí?
Y un último apunte: ¿se puede ser feliz sin ser libre?
Esa pregunta no la voy a responder.

jueves, 29 de abril de 2010

Aprovecho la ocasión que me brinda el anonimato de internet para despacharme a gusto y decir aquello que pienso y que siento, ya que en la calle es probable que me lapidasen (últimamente ha ido de mal en peor). En fin. Creo que es buen momento para ir contando mi vida y aquello que realmente me importa. Publicación anónima, intimidad. Aquello que suele faltar por la poca autenticidad que hay en este lado del puto mundo (en lo que se ha convertido). Como decía Oscar Wilde: en este mundo hay dos prioridades: la primera es ser totalmente artificial. La segunda no la recuerdo.
Pasan los años, pero la farándula continúa por lo que se ve. Oscar Wilde vivía en un tiempo muy parecido al mío....no? En lo esencial seguimos en las mismas.
¿Iría a comprar al Bershka para estar de moda y no dar el cantazo por "raro"?
No lo veo de ese palo, la verdad...
A mi auxilio Jean Paul Sartre, y todos los que son raros de cojones (porque son ellos mismos desde que se hartaron de hacer un puto paripé). Los siento como mis hermanos. Tendríamos buenas conversaciones y no conversaciones besuguiles, que es "lo que se lleva" (guaaaauuuuu).

El por qué de mi odio a lo políticamente correcto

Veamos....soy nueva aquí. Pero no en el mundo, por desgracia.
Supongo que lo mejor es explicar las razones por las que odio, o estoy tan cabreada con lo políticamente correcto. Vereis: lo políticamente correcto exige, como mínimo, una prioridad, y es la sumisión.....
¡Oh, idea interesante!
¿A qué?
Veamos. Pondré un ejemplo.
Hay, por ejemplo, una situación en la que nos vemos envueltos, una situación, por ejemplo que nos cabrea a título personal, individual, a nosotros mismos, quiero decir. Pero, en esa situación, la puta Idea Única dice que "en sociedad" debemos reaccionar de cierta forma. Por añadidura, y sin ánimo de ofender a nadie, explico que, obviamente,esa reacción es siempre maniquea y aceptada tácitamente por las normas sociales que nos rodean. Aparece entonces el dilema: ¿actúo como soy o actúo como las circunstancias y normas sociales me dicen que tengo que actuar?
La pregunta se puede formular de distintas formas. He aquí unas cuantas:
Actúo yo, y por ende soy una persona activa, que actúa desde su centro como ser vivo, inteligente y con voluntad propia, o por el contrario.....actúo pasivamente, como me imponen unas reglas completamente exteriores a mí, y en el mismo proceso pierdo mi individualidad, mi capacidad para decidir y actuar por mí mismo y me convierto en borrego, minando de esa forma la confianza que pueda tener en mis propios recursos?????
La primera ecuación concluye en la autenticidad. La segunda en la alienación.
Otra forma de ver la pregunta:
Me someto al dictamen de mi propia conciencia y mi razón, en mis propias capacidades y me revelo ante mí mismo como ser humano consciente y pleno en libertad o por el contrario dejo de lado la responsabilidad de elegir por mí mismo y me someto dócilmente a "lo que diga la gente" y eludo, claro está (es un claro efecto colateral) la responsabilidad de las consecuencias de mi propia acción?
En esta pregunta el resultado es el mismo que en la anterior, pero quiero sacar algo más: quien actúa desde su propio centro, desde su propia individualidad, haciendo justamente aquello que le dicta su propio interior, se convierte en el camino en un ser humano. Quien por el contrario, elige sempiternamente la segunda opción,se aliena de sí mismo y de su propia dinámica de crecimiento interno, por lo cual acaba siendo una persona ausente de sí misma, y cuando alguien se ausenta de sí mismo, ¿cómo puede conectarse de forma auténtica con lo que le rodea?
¿Alguien ha leído el Kybalión...?
Ley de reciprocidad, o de resonancia. Da igual como se llame. Así como actúes, recibirás un reflejo.
La pregunta es: ¿quiero el reflejo de lo que soy, la verdad de mí mismo? ¿O prefiero la confortable, pero peligrosísima opción de recibir el reflejo de lo que NO SOY?
¿Quiero ser un valiente o un cobarde? ¿Quiero estar vivo o prefiero estar muerto? ¿Me importa más lo que los demás piensen o lo que yo piense de mí mismo?
¿Quiero ser feliz o infeliz?
¿Prefiero la verdad o la mentira?
¿Quiero ser lo que soy o lo que no soy?
¿Me quiero a mí mismo o me desprecio?
¿Elijo vivir o sobrevivir en el mejor de los casos?
¿Me convierto en una persona presente en mí, dueña de mí misma, atenta a mi conciencia y a mis propios recursos, respetuosa con lo que late en mí y con la verdad, o prefiero apoltronarme en lo que ya está trillado para no tener molestias constantes, para que no me llamen loco o para sacar beneficio de algo, convirtiéndome así en una persona inestable y continuamente acosada por la inseguridad?
¿Prefiero la fortaleza (FORTALEZA, que se deriva del crecimiento interno...NO ESTOY HABLANDO DE HALTEROFILIA)o la debilidad?
¿Prefiero el conocimiento (auto-conocimiento, y no hay otro) o la ignorancia?
¿Prefiero ser un patán toda mi puta vida o elijo vivir con todas las consecuencias para alegrarme de haber pasado por aquí cuando me llegue la muerte?
¿Qué elijo?
¿Elijo verdad o elijo mentira?
¿Elijo vida o elijo muerte?

Y se resume en ¿elijo ser o elijo no-ser?


Cada uno elige, diariamente, esta cuestión....
Y LO HACEMOS TODOS, sin faltar ninguno.
To be or not to be, that is the question...
No hay Shakespeares ya...porque ahora, lo que triunfa es Belén Esteban. Así nos va.

Libertad versus sumisión.
Lean a Erich Fromm...seguro que les gustará.
La vida es para los valientes.
Amor